Cuando nos empezamos a convertir al Señor Jesús empezamos a pasar, por diversa luchas, las principales son que nos critican, nuestra familia se opone a nuestra fe, el diablo se enoja por perder una alma y empieza lo bueno, pero sin duda a equivocarme la peor lucha que pasamos, no son las ya mencionadas, ni la pobreza o la enfermedad, o los desiertos, o las injusticias, ni las tribulaciones, o las luchas, si no la guerra contra nosotras mismas, es hay donde empieza lo bueno...
Estas luchas son las que nos tumban en el primer momento en el que aparecen, y para colmo están siempre, esas luchas, empiezan cuando tu ya conoces la verdad, cuando tu ya conoces la palabra de Dios, sabes cuales han sido tus errores, sabes cual realmente es la voluntad de Dios, es cuando empieza la verdadera guerra, la cual nos dará o la vida eterna, y la corona de vida, o la muerte eterna.
Estas luchas son dificiles de enfrentar pues no te enfrentas contra un demonio, espíritu, potestad, principado o contra el mismo diablo, si no contra ti misma, ¿y que hacer?, como evitarnos, como decirnos No, como negarnos, como no caer en las tentaciones, si son justamente lo que deceamos, hufffff, realmente es difícil, pero no imposible.
Cree me, yo se que es muy muy difícil, pues como tu yo también las paso, y soy sincera muchas veces no he podido soportar, sin embargo, también en esos momentos, Dios nos da las fuerzas necesarias, y el Señor Jesús, siempre nos esta ayudando, pero también hay que poner de nuestra parte no crees, entonces difícil Si, imposible, NO, simplemente piensa en todos los hombres y mujeres del pasado, que lo lograro, ellos eran como tu y yo, con las mismas necesidades, con las mismas devilidades, etc., etc. pero lo lograron no, entonces también nosotras podemos.
