miércoles, 8 de junio de 2011

Feliz Matrimonio



Es tan bello verlos a los dos en el altar mientras dicen sus votos; Ella sin darse cuenta saca una lágrima de felicidad, mientras que el solo puede sonreír, pues esta apunto de unir su vida alado de la mujer que más ama.


Después de ese día todo será diferente, ambos vivirán con sacrificio continuo. El deberá a sacar adelante a su esposa, darle lo que ella necesita y hasta unos que otros gustos, serle fiel, pensar siempre en su bienestar antes que en el de el. Mientras que ella vivirá sumisa a él, tener cuidado y amor por sus cosas, estar pendiente de lo que el necesite. Mientras todo funciones de esta manera será un matrimonio feliz!!!


A pero, todo empieza mal, ella se empieza a desesperar, no imagino que la vida de casada fuera tan difícil, sus salidas con las amigas han disminuido, quizá se deba a que todas sus demás amigas estén solteras aun, ellas le hacen burlas, le incitan a que siga con su vida de antes no es necesario ser soltera para ser feliz e independiente, al fin está casada pero no encarcelada. Ella empieza a querer la vida que tenia, las noches en el antro, las salidas con las amigas, los caprichos con sus papas, el hacer lo que ella quiera a la hora que ella quiera. Ella de un momento a otro se cansa, y decide estar casada pero con una vida de soltera.


Que feo es ver un matrimonio así, tan felices que se veían en el altar jurando amor eterno, jurando unir sus vidas y convertirse en una sola, compartir todo; seguramente te preguntaras ¿Qué es lo que paso?


Esto suele pasar también con Dios, un día lo conocemos, parece una gran persona, estamos tan desesperadas y deseando amor que cuando llega el con esos brazos abiertos y ese consuelo, creemos que nada es tan bello. Después lo vamos conociendo mejor, conocemos sus pensamientos, vemos que el no es mentiros y que su palabra no solo es verdadera si no que da vida; y con ello nos damos cuenta que la primera impresión que tuvimos sobre Él fue cierta, Él es el hombre de nuestros sueños, el hombre que jamás creíamos que existiría. Y es cuando decidimos hacer un pacto con Él. Nos damos cuenta que estamos lista para pasar el resto de nuestras vidas alado de Él, ¡no queremos estar sin Él ni un momento más!!


Y llega el día, tenemos un futuro por delante con Él, estamos en el altar, ¡todo es tan bello y mágico!! que parece que no es verdad; y ahí está Él, prometiéndonos que nos dará todo, que estará a nuestro lado en las buenas y en las malas, que nos amara por el resto de nuestras vidas y aun después de ella, que esta dispuesto a todo solo por ti, que no le importa luchar con quien sea necesario para que nosotras estemos bien, mientras que solo nos pide fidelidad, confianza, obediencia y temor a Él.


En ese momento decimos ¡¡Si Acepto!! Y pasamos a ser únicamente de Él. Que bella es la vida con Él piensas ese mismo día en la noche, donde es tu primer noche a su lado, las lágrimas de felicidad no cesan es tan bello. Él disfruta ese tiempo como nadie, te muestra secretos que a nadie los ha mostrado, te da un regalo de bodas tan precioso, te da Su Espíritu. En ese momento crees que lo tienes todo!!.


Pero mientras pasa el tiempo, te acuerdas de tus días de soltera, tus amigas no han dejado de insistirte en que salgas con ellas, al fin ser cristiana no significa ser una santa. Sabes qué hiciste un pacto con Él, pero no vas a hacer nada malo, es mas incluso no vas ni a tomar alcohol, solo vas a salir.


Y ahí empieza todo, acabas siendo casada con vida de soltera, ya no tienes mas ganas ni de ir a Su casa la cual ya era como tuya, hooo que aburrido es hablar con Él, Él ya ni me escucha porque me canso si puedo ir al cine y divertirme un rato.


Es triste no crees, todo parecía tan bello, tan mágico, era justo lo que siempre habías buscado, lo que tanto anhelabas, con quien realmente querías pasar el resto de tu vida. Y sin darte cuenta están firmando tu divorcio con Él.

Pero en que fallamos, porque después de los maravillosos días, de las noches asombrada con su presencia y su palabra, de las horas que se hacían minutos y los minutos que se hacían segundos, después de todo ello…. Todo llega a su fin.


No se puede ser casada y tener una vida de soltera; y mucho menos se puede tener un pacto con Dios y vivir como si fuéramos del diablo.