domingo, 29 de enero de 2012

Triste, abatida y... perdida?

Yo estoy bien, bueno quizá me sienta algo mal, este triste, desanimada, ansiosa y porque no decirlo estaba mal. Pero que hacer, Dios no me ayuda. Ese era mi pensamiento hasta hace unos meses.


 Ese es un pensamiento que muchos solemos tener cuando como yo, en un momento nos volvemos flojos. Y es que eso fue lo que paso conmigo, yo era muy floja, a mi no me gustaba hacer nada.


 Desde que era una niña no tuve necesidad de hacer nada y cuando no haces nada no aprendes a luchar y si no sabes luchar, cuando tengas que luchar no sabrás como hacerlo. Fue algo que me paso a mí. Primero no sabía que yo era quien tenía que hacer las cosas, y pensaba que Dios es el que tenía que hacer todas las cosas y yo solo sentada esperaría simplemente sentirme bien de un momento a otro todo “gracias a Dios”. 


 Después comprendí que yo era quien debía poner de mi parte primero para que Dios pudiera actuar, pero, siendo yo floja espiritualmente y no sabiendo luchar, entonces estaba prácticamente igual que al principio. 


Que la verdad el “no saber qué hacer” es solo un pretexto, pues el que quiere puede. 


 Pero llego un momento en el que desperté en mi fe. Comprendí en que me estaba equivocando y poco a poco fui luchando para vencer todo lo que me tenia de esa forma, que al final me di cuenta que era yo misma quien me tenia así.


 Continuara la próxima semana